Dónde viajar en Año Nuevo: puntos energéticos del Perú para atraer buenas vibras
- Héctor Kuga Carrillo
- hace 1 hora
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Recibir el Año Nuevo ya no es solo cuestión de fuegos artificiales o cenas familiares. Cada vez más peruanos eligen viajar para recargar energías, cerrar ciclos y empezar el año con otra actitud. El Perú, por su diversidad natural y cultural, ofrece escenarios únicos donde la tradición, la naturaleza y el simbolismo convierten el cambio de año en una experiencia que va más allá de lo turístico.

En la sierra de Piura, Las Huaringas se transforman en uno de los puntos más intensos durante estas fechas. Desde los últimos días de diciembre, visitantes llegan a Huancabamba y se internan en la montaña para alcanzar las lagunas sagradas. Los baños rituales, guiados por curanderos, buscan limpiar cargas negativas y atraer salud, trabajo y prosperidad. El frío, el silencio y la altura forman parte del proceso, reforzando la sensación de renovación total al iniciar el año.
Más al sur, Cusco y Machu Picchu concentran a quienes buscan conectarse con la energía andina. Considerado el “ombligo del mundo”, este destino invita a recibir el Año Nuevo con rituales de agradecimiento a la Pachamama, caminatas al amanecer y momentos de reflexión frente a construcciones milenarias. No es raro escuchar a viajeros decir que el año comienza distinto cuando se inicia rodeado de historia y montaña.
El Valle Sagrado de los Incas se ha convertido en un refugio para quienes prefieren un inicio de año más introspectivo. Pisac, Ollantaytambo y Urubamba ofrecen paisajes abiertos, ríos y ceremonias que invitan a la pausa y al replanteamiento personal. Aquí, el Año Nuevo se vive sin prisa, pero con mucha intención.
En la costa, la energía cambia. Paracas recibe a miles de personas que participan en un ritual ya convertido en tradición: el primer chapuzón del año. Al amanecer del 1 de enero, el mar se llena de personas que ingresan al agua como símbolo de limpieza, renovación y buena suerte. El sonido de las olas y el sol naciente marcan un inicio fresco y distinto.
Incluso cerca de Lima, lugares como Pachacámac cobran protagonismo. Antiguo centro espiritual prehispánico, hoy es visitado por quienes buscan empezar el año con reflexión y conexión, lejos del ruido urbano.
Viajar en Año Nuevo se ha convertido en una forma de empezar con intención. Ya sea entre lagunas sagradas, montañas ancestrales o frente al mar, estos destinos peruanos despiertan expectativa y dejan una idea clara: el año puede comenzar distinto, si se elige el lugar correcto.






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