“Critterz”: la película creada con IA con la que OpenAI quiere cambiar Hollywood

OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, acaba de anunciar un proyecto que promete sacudir los cimientos de la industria cinematográfica: “Critterz”, el primer largometraje de animación realizado casi en su totalidad con inteligencia artificial. El filme, actualmente en desarrollo, busca demostrar que el cine generado por máquinas ya no es una fantasía, sino una alternativa real y mucho más eficiente para los grandes estudios.

Según OpenAI, “Critterz” será un experimento técnico y artístico que combinará herramientas de generación de guion, modelado 3D, voces sintéticas y animación automatizada. El objetivo es reducir drásticamente los costos y tiempos de producción que caracterizan a las películas tradicionales. Mientras que un filme animado convencional puede tardar entre tres y cinco años en completarse, este proyecto podría lograrse en menos de uno.

El equipo detrás de la película está conformado por 30 personas —entre ingenieros, artistas digitales y guionistas— que trabajan de la mano con los modelos de IA de OpenAI. La historia se centra en un grupo de criaturas curiosas que exploran un mundo híbrido entre lo natural y lo digital, una metáfora del propio proceso de creación del filme.

La compañía planea estrenar “Critterz” en el Festival de Cannes 2026, presentándolo como una muestra de lo que podría ser “la nueva era del cine hecho por máquinas”. Aunque el proyecto ha despertado entusiasmo por su innovación, también genera debate en Hollywood. Muchos profesionales temen que el uso de IA desplace a guionistas, animadores y actores de voz humanos.

Sin embargo, OpenAI sostiene que su intención no es reemplazar el talento humano, sino ampliar las posibilidades creativas y ofrecer nuevas herramientas para los realizadores. La inteligencia artificial, afirman, puede encargarse de las tareas más repetitivas, mientras los artistas se concentran en la narrativa y la dirección.

Más allá de la polémica, “Critterz” podría marcar un punto de inflexión en la historia del cine. Si el experimento tiene éxito, la frontera entre la imaginación humana y la capacidad creativa de las máquinas será cada vez más difusa. Y Hollywood, una industria acostumbrada a los efectos visuales y la innovación, podría enfrentarse a su mayor revolución en décadas.