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Los ojos del mundo puestos en la COP30 (Belém – Brasil)

La COP30, la 30ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, se desarrolla en Belém, Brasil, del 10 al 21 de noviembre de 2025. Esta edición es histórica porque se realiza por primera vez en la Amazonía, una región clave para la regulación del clima y la conservación de la biodiversidad.


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En lo que va de la conferencia, los países han centrado el debate en acelerar la acción climática. El mensaje es claro: el mundo necesita pasar de las promesas a los resultados. Los impactos del cambio climático ya afectan a millones de personas y las ventanas de tiempo para limitar el calentamiento global se están cerrando.


Uno de los temas principales es la reducción de emisiones, especialmente en sectores como energía, transporte, industria y uso del suelo. Los países desarrollados enfrentan presión para asumir mayores responsabilidades, mientras que los países vulnerables exigen apoyo económico y tecnológico para adaptarse a los eventos extremos.


El financiamiento climático es otro eje clave. Las naciones en desarrollo insisten en que se cumplan los fondos prometidos para mitigación, adaptación y pérdidas y daños. Sin estos recursos, será difícil avanzar en la transición energética y en la protección de las poblaciones más afectadas.


La ubicación de la COP30 ha puesto a la Amazonía en el centro de la discusión. Belém se ha convertido en un recordatorio del papel vital de los bosques tropicales. Las delegaciones buscan mecanismos que frenen la deforestación y que compensen a los países que conservan grandes reservas naturales.


También se discute la necesidad de fortalecer los sistemas de salud, preparar a las ciudades frente a eventos extremos, impulsar energías renovables y asegurar la participación activa de pueblos indígenas. Su conocimiento y liderazgo son esenciales para la gestión sostenible de los territorios.


Aunque las negociaciones seguirán hasta el 21 de noviembre, la COP30 ya refleja una conclusión: el mundo observa a Belém con la expectativa de acuerdos firmes y acciones reales. La Amazonía recuerda que no hay tiempo que perder y que las decisiones tomadas en esta conferencia influirán directamente en el futuro climático global.

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