COP30 se inaugura en Belém: la Amazonía se convierte en el epicentro de la acción climática mundial
- Héctor Kuga Carrillo
- 10 nov
- 2 Min. de lectura
La COP30 comenzó oficialmente el 10 de noviembre en Belém, Brasil, y se extenderá hasta el 21 de este mes. Es la primera vez que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se celebra en plena Amazonía, una región que simboliza tanto la urgencia ambiental como la esperanza de acción global.

La ceremonia inaugural estuvo marcada por un mensaje contundente del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien pidió acelerar las medidas frente al calentamiento global y advirtió sobre el peligro de la desinformación. “El cambio climático no es una amenaza futura, sino una tragedia del presente”, afirmó. Lula llamó a “imponer una nueva derrota a los negacionistas” que atacan la ciencia y frenan el multilateralismo.
Hasta el momento, 113 países han presentado sus planes nacionales de acción climática, conocidos como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, lo que representa el 69% de las emisiones globales. Según la ONU, con estas nuevas metas las emisiones podrían reducirse un 12% hacia 2035.
El secretario ejecutivo de la ONU para el Cambio Climático, Simon Stiell, destacó que las políticas adoptadas en las últimas cumbres están logrando que la curva de emisiones “empiece a doblarse hacia abajo”. Sin embargo, advirtió que ningún país puede enfrentar por sí solo los costos de los desastres climáticos y que es urgente aumentar la cooperación internacional.
Durante las negociaciones en Belém, los principales temas serán la transición justa hacia energías limpias, la triplicación de la capacidad renovable, la eficiencia energética y la movilización de fondos para los países en desarrollo.
La inauguración de la COP30 cerró con un mensaje simbólico y esperanzador. Entre danzas y cantos de pueblos indígenas de la Amazonía, el presidente de la conferencia, André Corrêa do Lago, declaró oficialmente abierta la cumbre, destacando el papel de las comunidades amazónicas como guardianas del planeta.
El acto finalizó con un llamado conjunto a la unidad y a la acción inmediata. Los líderes presentes coincidieron en que esta edición de la COP debe marcar un punto de inflexión, pasando de los compromisos a los resultados concretos. Belém, convertida en la capital mundial del clima, abrió así dos semanas decisivas para el futuro ambiental del planeta.






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