El marketing cooperativo se presenta como una estrategia fundamental en el entorno empresarial actual, caracterizado por la competencia, la complejidad del mercado y la importancia de la identidad cooperativa. Este enfoque se despliega en tres niveles: el humano, empresarial y de mercado.
En el ámbito humano, el marketing cooperativo se orienta hacia la identidad cooperativa, diferenciándose de modelos económicos individualistas.
En el ámbito empresarial, destaca al centrarse en satisfacer las necesidades de los socios, generando así una ventaja competitiva.
En el mercado, encuentra su espacio al crear coincidencias entre la oferta y la demanda.
La clave de su éxito radica en comprender y aplicar los principios y valores que conforman la identidad cooperativa. La historia y valores de la empresa son elementos inseparables de esta estrategia, especialmente en un contexto empresarial marcado por la transformación digital y la experiencia del cliente.
Para que sea efectivo, el marketing cooperativo requiere que las empresas definan claramente sus objetivos, visión y misión estratégica. La falta de claridad en estos aspectos puede debilitar la capacidad de gestión y poner en riesgo decisiones estratégicas.