A pesar de los problemas que enfrentamos en el país, Kemito Ene, un grupo de más de 300 agricultores de la selva central del Perú, ha logrado enviar sus productos orgánicos a Norteamérica, Europa y pronto también a Asia. Esto significa que han podido vender sus productos fuera del país, manteniendo su cultura y protegiendo el medio ambiente.
Kemito Ene, que significa "Vivir Bien" en la lengua de los asháninkas, comenzó en el 2010, cuando más de 460 familias decidieron unirse para producir y vender café y cacao. Quería obtener un precio justo para mejorar la vida de sus familias.
Desde el 2021, Kemito Ene ha recibido apoyo de varias organizaciones y es parte de un proyecto llamado Amazonía Indígena: Derechos y Recursos. Este proyecto les ayuda a fortalecer su negocio. Además, han recibido ayuda de organizaciones como NESsT, WWF Perú y la Agencia de los EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID).
En los últimos 4 años, Kemito Ene ha logrado importantes avances. Ahora tienen certificación orgánica para vender sus productos fuera del país. Esto incluye chocolates, manteca de cacao, nibs de cacao, polvo de cacao, café tostado y café molido.
Pero no ha sido fácil. Han tenido que enfrentar problemas como la pandemia, la guerra en Europa, el aumento del precio de los fertilizantes en todo el mundo, el cambio climático y la inestabilidad política en el Perú. A pesar de todo, han seguido adelante.
Felixto Cabanillas Contreras, el presidente de la cooperativa, dijo: "Gracias a las capacitaciones que recibimos sobre marketing, ventas y contabilidad, pudimos desarrollar una estrategia para vender nuestro café y chocolate en nuevos mercados. Queremos conseguir más clientes tanto en Perú como en otros". países".
En mayo del 2023, representantes de Kemito Ene viajaron al Sudeste Asiático y participaron en una feria en Bangkok, Tailandia. Quería que más personas conocieran y compraran sus productos.
Edith Condori de WWF Perú dijo: "Kemito Ene es una iniciativa que busca preservar la cultura de la región y mostrar al mundo la forma de vida del pueblo Asháninka a través de sus productos. A pesar de las dificultades, han logrado beneficiar a muchas personas en sus comunidades y cuidar el bosque de manera sostenible. Su sueño se está haciendo realidad y siguen trabajando para asegurar su futuro".