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Desafíos y obstaculos críticos para la Economía Cafetalera Peruana

La economía cafetalera de Perú, reconocida a nivel mundial por la calidad de sus granos, se enfrenta actualmente a una crisis de proporciones significativas. La lentitud en la implementación de las normativas exigidas por la Unión Europea ha puesto en riesgo las exportaciones de café del país, generando un panorama de incertidumbre y desesperanza para los más de 3 millones de peruanos que dependen de esta industria en 400 distritos rurales de los valles interandinos de la selva alta.



El corazón de este problema reside en múltiples factores interconectados. En primer lugar, la productividad en el 75% del parque cafetalero ha ido disminuyendo a lo largo de los últimos 15 años, afectada por una serie de desafíos, que incluyen desde desórdenes climáticos hasta el aumento de los costos de producción. Esta situación se ve agravada por la pérdida de competitividad de Perú en comparación con otros países productores de café. La presión adicional de las estrictas demandas impuestas por la Unión Europea en materia de calidad y sostenibilidad agrega un obstáculo crucial que requiere una respuesta inmediata y efectiva.


En este contexto, el Banco Mundial ha advertido sobre la falta de coordinación entre las autoridades peruanas y el sector privado, así como la ausencia de un diálogo significativo entre ambas partes. La reciente evaluación de riesgos encargada por el Ministerio de Comercio Exterior (MINCETUR) ha dejado en claro que las medidas preventivas para excluir a Perú como un país de alto riesgo han sido descuidadas. La carencia de un enfoque integrado y la falta de atención a las propuestas presentadas por los gremios de agricultores han empeorado aún más la situación.


Entre los obstáculos más significativos, la cuestión de la legalidad de las tierras de las familias cafetaleras se ha destacado como un tema crítico. Se estima que alrededor del 60% de estas fincas carecen de títulos de propiedad debido a las restricciones establecidas por la Ley 29763 sobre bosques y fauna silvestre. Esta situación efectivamente implica una forma de expropiación de tierras que han sido heredadas a lo largo de generaciones, imponiendo cargas financieras adicionales a los agricultores. La necesidad de abordar este problema con urgencia se ha vuelto una demanda inaplazable por parte de líderes y activistas de la industria cafetalera.


Las cifras no mienten: las exportaciones de café han experimentado una caída dramática, con solo 72,000 toneladas exportadas entre enero y agosto de 2023, en comparación con las 246,600 toneladas del año anterior. Este descenso del 25% en el volumen de exportaciones resalta la urgencia de la situación. Se requieren medidas inmediatas para evitar un daño aún mayor a la economía nacional y a los medios de subsistencia de millones de personas.


No obstante, existe un rayo de esperanza en medio de esta crisis. La industria cafetalera peruana ha logrado obtener un reconocimiento global gracias a la calidad de sus cafés especiales y sostenibles, una hazaña notable lograda en gran parte gracias al esfuerzo y la dedicación de las cooperativas de café. Estas organizaciones han sido pioneras en la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y en la producción de granos de alta calidad, lo que ha consolidado la reputación de Perú como un productor de café de élite en el mundo.


Para capitalizar este progreso y asegurar un futuro próspero para la industria, es imperativo que las autoridades gubernamentales, en particular el Ministerio de Desarrollo Agrario y otros organismos pertinentes, adopten un enfoque integral y urgente para abordar los desafíos actuales. La implementación de un programa de reconversión de la caficultura peruana se ha presentado como una solución crucial, con el potencial de estimular el crecimiento y la sostenibilidad a largo plazo de la industria.


La situación actual exige una colaboración estrecha entre el sector público y privado, una coordinación efectiva entre los ministerios involucrados y un compromiso decidido por parte del gobierno para abordar los problemas estructurales que afectan a la industria cafetalera. Solo a través de una acción concertada y oportuna será posible mitigar los riesgos actuales y establecer una base sólida para el crecimiento futuro del sector cafetalero peruano. La importancia de esta industria para el sustento de millones de peruanos no puede subestimarse, y su supervivencia requiere la atención y el compromiso inmediato de todas las partes involucradas.

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